miércoles, 2 de junio de 2010

Celebrando la vida y la amistad.

El 26 de mayo el padre Fernando celebró 76 años de vida. Sus amistades de siempre le organizarón una gran fiesta. En Pacanguilla se ofició una misa con la participación de sacerdotes amigos, entre ellos el padre Miguel Azabache Sánchez, amistades de Chepén , Pacasmayo y Trujillo.

http://www.flickr.com/photos/marcof2010/

(Fotos de Marco Moncada F. y Edgar Pineda C.)

Hijo Adoptivo e Ilustre de Santiago de Chuco

Sábado 22 de mayo el Padre Fernando fue declarado hijo adoptivo e ilustre de Santiago de Chuco. Este homenaje fue promovido por intelectuales y por la Municipalidad de esa provincia. El Padre Fernando fue Vicario Parroquial durante cuatro años en esa ciudad.


El Pan de la Palabra


De lunes a viernes desde la 7.15 de la mañana escuche el programa "El Pan de la Palabra". programa conducido por Padre, Fernando Rojas Morey. En radio San Sebastián 103.3 FM.

viernes, 9 de abril de 2010

Sacerdotes chepenanos

El Padre Fernando con tres sacerdotes chepenanos Walter Malca Rodas , Jorge Luis Gallo Chanduví y Carlos Sánchez Miranda (Chepén 2008)

jueves, 18 de marzo de 2010

CARTA ABIERTA AL PADRE FERNANDO

1.

En razón de todo lo expresado es que me permito dirigir al Padre RojasMorey la siguiente Carta Abierta:

Padre Fernando, usted representa mucho para nosotros. Es usted un serpuro e incólume, un gran espíritu y nuestra mayor reserva moral.
Como tal se requiere que usted sea palabra visionaria y se dirija atodos los hombres de la tierra, para ser el gran guía y maestro denuestro tiempo.
En Chepén usted ha realizado una obra material que no es su misióncuidarla, sino que esa sea tarea del pueblo a quien usted la hadedicado y de la feligresía que se sirve de ella.
Otra es su función, la de atalaya, visionario y profeta. Su lugar esahora un sitio desde donde su voz y su ejemplo irradien e inunden alvasto mundo. Su puesto está en el pináculo de la montaña.
Y su voz ya no es para una grey localizada en un lugar, sino aquellaque abarque e ilumine en todos los ámbitos de la tierra.

2.

¿De qué manera esto alcanzará a cumplirse? Poniendo en vigencia elEvangelio de Cristo desde la experiencia social, escribiendo susreflexiones y pensamientos, dando testimonio de vida y de fe.
Lo que tiene que darnos es inmensamente significativo, pero en otraperspectiva a la que hasta ahora lo ha venido dando y ejerciendo.

Desde una dimensión que trascienda hacia todos los hombres. Que seexpanda en un mensaje universal en el campo de la ideología, y lasociedad en relación a la iglesia.
Usted, Padre, es quien tiene una misión histórica encomendada y delmayor relieve.Y esto porque su obra lo respalda.

Y a partir de que ha sabido permanecer cumpliendo en la praxis y en laacción concretas, que debe servir como punto de referencia para laspropuestas teóricas y respaldo objetivo al pensamiento.

3.
Su misión ahora es darnos una síntesis de la iglesia vinculada alcompromiso social. Y esto en correspondencia con los grandes anhelospopulares.

Si no ¿quién?Ahora es cuando corresponde a usted volverse magisterio universal.
Porque usted es símbolo.

Es el último reducto de una corriente de la iglesia que es valiosa quedeje un testimonio de fe. Esclarecido, nítido, contundente yconfrontado con la realidad.

Escriba usted ya libre de ataduras y compromisos, con palabraprofética soberana, solo con su Cristo y su Señor como presenciaamorosa. Y como consigna de la verdad que usted acrisola en su alma.Necesitamos en el Perú conciencias luminosas como la que ustedacaudala.Esto es lo que más va a arredrar a quienes ahora quieren perseguirlo.

4.

Trascienda usted, Padre.Lo más fuerte que ahora tiene es su espíritu, su visión y su pluma. Lomás valioso que tiene es su testimonio, que él no se pierda.

Hay una luz en usted que es importante que se expanda desde una repisay no que permanezca bajo tierra.Necesitamos guías y profetas universales. Usted es uno de ellos.

Necesitamos voces puras y transparentes: la suya, que además estemblorosa y palpitante. No les de oportunidad a los erráticos dehacer escarnio de usted.

Ya hizo demasiado construyendo albergues, colegios, escuelas,comedores, defensorías. Y el poder que codicia y no construye ya ledio el zarpazo dejándole sin parroquia.

Haga el himno de una teología en razón y en función de los pobres.
Solo usted puede hacerlo con su obra como respaldo. Déle organicidad ala teoría, como estructura a la visión. Necesitamos de usted como voz que guía.

5.

La misión que ahora Cristo le encomienda es dar luz a todos loshombres a través de palabras trascendentes.

Hacer que su palabra y su magisterio se vuelvan mensaje ecuménico.

Ha estado usted en una grey confinada a una comarca. Eso es valioso,pero ahora corresponde abrirse, globalizarse. Mi generación lereclama, el Perú se lo exige. Ahora usted debe perfilar pensamientointegral y amplio, y situarse en una perspectiva universal.

Decantar toda su experiencia para orientar a todos los hombres.
Situarse en un lugar desde donde pueda mirar como desde una alta colina o montaña, desde una cumbre radiante. Imagino estos puntos enuna especie de retiro, en Alemania o España. Y escribiendointensamente.

Su lugar ahora es la redondez del planeta. Dénos Padre el mensaje y el vocablo que nos haga sentirnos bendecidos.Usted ahora es palabra que funda, renueva y que sana.Ahora usted ha de hacerse el gran maestro de la fe de todo nuestro tiempo.

6.

Que sus libros sean leídos por todos los hombres del mundo,principalmente los jóvenes.
El Apóstol Pablo hizo un magisterio magnífico a través de las cartasque él escribía a toda agrupación o comuna de cristianos, muchos deellos soterrados en las catacumbas.

Su Chepén ahora es el mundo. Su parroquia ahora es toda la tierra y sucomunidad es todos los hombres. El Perú necesita voces intachablescomo la suya.

Que su voz se dirija a toda nuestra nación que necesita tanta esperanza.Su sabiduría acumulada debe impulsar a las generaciones jóvenes.

Chepén es su gran obra no material sino espiritual, pero para que seplasme tiene que salir de él. Mientras que usted esté allí será obramaterial, bajo manos que la dañarán porque usted está allí.
7.Y esta carta la hago pública para que conste que le pedimos susdiscípulos. Que usted no abandona Chepén sino que lo incluye en lagran obra que debe realizar en el futuro.

Lo imagino orando en meditación, escribiendo y dando conferencias portodo el mundo.Y que en Chepén completen la obra que usted ha formado. Que luchen aldefenderla, que acrisolen y valoren lo que han tenido.

Usted les ha dado una ruta. Debe dejar de ser el sombrero y el techoprotector. No se preocupe por las cosas, usted ha sembrado en sus corazones.

Si lo sigue amparando nunca van a madurar. Por eso, son ellos ahoralos que no lo sueltan y recurren a usted pidiendo protección.Que su ausencia los engrandezca y agigante, que al hacerles ustedfalta maduren, crezcan y se fortalezcan, de lo contrario nunca lo vana hacer.

8.

Usted formó a mucha gente que reclama su paternidad. Déjelos, para quecrezcan y maduren. Y que asuman sus responsabilidades. Y sepandefender la obra que usted construyó.

Usted ha construído mucho en la tierra pero más en los corazones, asícomo construyó el mío. Que eso prevalezca y sobresalga.Usted es ejemplo de vida. Un ser trascendente. No es usted ya eltimonel ni el administrador de una parroquia.

Ahora salga a cumplir su misión trascendental.Ahora reclamamos principalmente su palabra de fe, orientadora que nosmuestre al Jesús vivo que usted como nadie conoce, atesora y lo llevaen el alma.

El objetivo es que usted no defienda una obra material, sino que nosofrezca una palabra profética. Predicar a través de la hoja de papel.El Perú necesita voces santas que hagan síntesis y siembren esperanza.

9.

Necesitamos un proyecto histórico de gran envergadura. Usted puedeformularlo en el ámbito de la fe.

El futuro es vasto y promisorio si es que queremos entenderlo así.

Así como la vida de Cristo, la suya es una senda de santidad. Que ellobrille y alumbre para el Perú y el mundo, sin tropezarse con elbarullo de las cosas y los sentimientos que reclaman su protección y que están alrededor.

Escriba usted libros conmovedoramente bellos, como usted sabe hacerlos.
Module una palabra piadosa y llena de esperanza.Así lo quiere el movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, a quien ustedha apoyado tanto y que se honra en contarlo como uno de sus miembrosesclarecidos y baluartes.

Movimiento que anhela de usted un pensamiento genuino para el Perú,sus problemas y su destino promisorio y glorioso.

Danilo Sánchez Lihón
Su discípulo, y ferviente admirador.

Nota: Danilo Sánchez Lihón: Es un reconocido poeta liberteño.

jueves, 4 de febrero de 2010

"Juegos Sagrados"



Juegos Sagrados es el título de la novela hindú de más de mil páginas de Vikram Chandra. Más allá de lo fascinante del primer capítulo y la muerte de un perrito, ésas dos palabras detonaron en mí una serie de apreciaciones y pensamientos que no puedo evitar compartir.

Lo sagrado se reveló en primera instancia al asociar el retiro del padre Fernando Rojas Morey de sus labores parroquiales, el día que Gabriella y yo viajábamos de regreso a Lima, la comunidad de Chepén le ofreció un almuerzo de despedia al que no pudimos asistir. Pero se me ocurrió que no se puede retirar lo irretirable.

El padre Fernando se convirtió en el consejero espiritual y en los ojos omnipresentes para los Chepenanos tanto creyentes como no creyentes. Si su presencia bondadosa ya no se vislumbrará en el púlpito de la Iglesia San Sebastián de Chepén, seguro en todas las personas que recibimos grandilocuentes lecciones de él, no podrán borrarse , ni sus ojos, ni su callada sabiduría, pero a la vez su alma de guerrero por las cosas que el creía saludables y justas.

Muy al margen de tener a todo el mundo contento, padre Fernando siempre ha sido polémico, distante para reflexionar, presente en las buenas y en las malas, confesor, delatador, justiciero, contemplativo, amante de la belleza y la naturaleza, feminista,moderno, posmoderno, ágil, creativo, ecológico, internacional.

Si su edad es la causa de que ya no ejerza el oficio, también es la causa de permitirle ser el humano que descansa bajo los mangos mirando la obra realizada y siempre dispuesto a escuchar y seguir ayudando desde una nueva posición.

No me apena mucho que su voz no resuene en la iglesia, porque creo que sus consejos, su sabiduría, su bondad y su capacidad de comprensión me van a seguir a donde vaya.
Mi última confesión , siempre como una conversación de padre a hija, fue una prueba más de su sútil juventud, su elevado espíritu, su interminable humor y su gran conocimiento de los problemas del Perú en el engranaje internacional. En Alemania le conocían en varias Parroquias que cooperaban con el Perú y fue consejero de la comunidad de madres Colombianas que dirigieron el Colegio Zoila Hora de Robles.

No le halago por las puras, como decimos en Chepén. No quiero ganarme un mejor lugar porque también me aúno a la gente que le aprecia y se siente cercana a su corazón, ya que el lograba hacer sentir a los feligreses siempre más cerca al cielo. Le dedico un homenaje a sus palabras que en muchos momentos me construyeron. Construyeron una área sagrada en mí, como mamá, como mujer, en mi cuerpo, la imágen de mi misma, como peruana provinciana en Alemania, como persona equivocándose en busca de un lugar más apacible y menos doloroso por donde buscar la verdad y lazos de tolerancia en la sociedad. No puedo evitar recordar casi como la primera vez, todas las oportunidades que me animó a reunir piedras preciosas para hacer un espacio sagrado en la mente y el corazón, donde solo hubiera espacio para en amor reflexivo, maduro, vivo . El puso su semilla inigualble y fértil, cortó aristas cuando volvió a medir, hasta hacer ése lugar perfecto de sosiego y esperanza.

La idea de reencontrarlo alguna vez en Via Leticia es un aliciente para una próxima visita.

Pero ¿qué tiene que ver Padre Fernando con el juego Sagrado de un Brahman literario hindú a miles de kilómetros de Chepén ?. Quizás descubrir lo sagrado en cada uno, haría del juego social un rompecabezas que se armara con más delicadeza e inteligencia. Descubrir lo sagrado en lo intocable, en el delincuente, en el que cae una y mil veces o como en la India,sagrado el que nunca debe vestir de seda y se resigna a ser el devoto eterno de la divinidad de los poderosos.
Más allá del marxismo y de la dinámica económica de los pueblos agrícolas, de la presencia de los alemanes en Chepén, de los desastres de de la corrriente del Niño, de los notables que se han superado fuera y miran la tierra natal como un punto en el mapa o de los que regresan tratando de recuperar instancias o de rehacer la cosas de manera que más personas se beneficien. El padre Fernando nos enseñó generación trás generación a jugar limpio y a favor de una comunidad circular donde todos nos sintiéramos parte del todo. Donde nadie sintiera que había una bala en el revólver y que acabaría con el próximo cerebro que se arriesgara a pensar mejor. No habían ruletas, ni juegos macabros, sino una intención prístina de hacer llegar la bienaventuranza de lo sagrado a cada rincón de la ciudad. Se le fue de las manos, seguramente, como es en todos los juegos. En todos los juegos siempre hay víctimas, siempre hay un sacfrificio y casi siempre es el más bueno, más inocente o el más bello el que perece.

A pesar de éso el trató de que tanto en las laderas del cerro cerca a la piedras, como bajo la sombra del mango más enano hubiera alguien que supiera decir,.... Tú, has venido a la orilla, no has buscado, ni sabios ni a ricos..... y antes de partir, puedo imaginarme su intenso y agudo.... Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.


Sin haber aprendido del todo el juego y en defensa de esos momentos preciosos, mi mayor agradecimiento por estos 44 años de Fe.

Julia Wong Kcomt
Lima 26 de Diciembre del 2009.

viernes, 15 de enero de 2010

Palabras de agradecimiento


Señor Dr. Wilfredo Quesquén Terrones, Alcalde provincial de Chepén, señor Prof. David Lías Ventura, Gobernador provincial, Señor Mayor P.N.P. Señor Prof. Jaime Campos Hernández, Coordinador del Consejo pastoral parroquial, Señores Regidores. Estimados hermanos todos.

Reciban esta mañana mi profundo agradecimiento por este acto de reconocimiento, aprecio y afecto que me brindan por tantos años que el Señor me ha permitido trabajar como párroco entre ustedes, con ustedes y por ustedes en cumplimiento de la misión que Él me ha encomendado. Casi 47 años son bastante tiempo y esto mismo es una gracia, una bendición, a pesar de mis errores y limitaciones. Chepén ha sido y es el campo de la misión que el Señor me ha encomendado. Aquí he trabajado pastoralmente, físicamente en casi todas las obras materiales, como un obrero entre otros obreros voluntarios, y espiritualmente. Decir que es una gracia no es decir que se trate de algo abstracto, porque esa gracia se ha concretado en el rostro, las acciones, los gestos de una comunidad acogedora, dinámica, progresista, generosamente comprometida con la obra de Dios; para mí esta comunidad constituye el ciento por uno de lo que dejé al consagrarme sacerdote; están incluidos mis propios padres y mis hermanos, cercanos siempre a mi vida pastoral, gozando y sufriendo conmigo y esperando contra toda esperanza. Lo mismo tengo que decir de las dignas autoridades de este querido pueblo, de las cuales he recibido muchos reconocimientos, casi uno por año, gestos al se suma éste, de inolvidable recuerdo. Cuántas instituciones y personas me han ayudado y me ayudan con sus donativos de manera personal, discreta y oportuna, para facilitar mi trabajo para ayudar a otros. Confieso que no he podido ahorrar nada, porque el Señor puso habitualmente en mi camino a las personas que necesitaban esa ayuda. Me gozo de tener la experiencia evangélica, anunciada por Jesús: por haberlo dejado todo, lo tengo todo, porque Él no se deja ganar en generosidad. Para mí ha sido un tiempo intenso, profundo, cuajado de desafíos y promesas, según digo en uno de mis versos: “Afincado en las montañas de las olas, siempre bogando en alta mar; rodando entre peñascos y cascadas, los golpes de las aguas remedan jugar”. Intuyo desde mi fe que todavía quedan muchas cosas por hacer, porque me he jubilado de mi oficio de párroco, mas, no de la misión de ser pastor hasta la muerte y el Señor ha de señalarme nuevos caminos, ya que mi alma no ha envejecido y mi cuerpo responde todavía.

Nos ha tocado trabajar juntos en la reconstrucción de la Iglesia (1968-1972), en el primer saloncito de sesiones (1963), en el teatrín (1965), el primer despacho parroquial y la primera casita parroquial (1966), los primeros ambientes de la casa comunal (1974), todo con recursos propios, provenientes de nuestras actividades, con la permanente colaboración de los jóvenes, colaboración que no faltó también en las primeras casas comunales y capillas de nuestros barrios, en el Instituto, y aun en la Universidad, en la reconstrucción del local de la Radio y últimamente en la refacción de las cúpulas de nuestra Iglesia. Hemos trabajado juntos en las tareas estrictamente pastorales y sociales, así como en la promoción de la cultura de Chepén. El establecimiento de la Casa de la Cultura que debe retomarse.

Hemos aprendido juntos a llevar adelante las orientaciones del Concilio Vaticano II y de todas las Conferencias Episcopales Latinoamericanas y las encíclicas papales. No he predicado mi propia palabra sino las palabras y las enseñanzas de la Iglesia, en las misas y en nuestras novenas. Hemos estudiado en nuestros grupos estos documentos.

Hemos aprendido a integrar las grandes acciones pastorales: la prioridad de la evangelización, la centralidad del culto al Señor, que ha de ser siempre, no un rito sin más, sino una experiencia de fe y de oración, participativo, decoroso y consecuente en la vida; también la caridad social, pues, para llegar al Señor hemos de pasar siempre por la inevitable mediación del prójimo, con la reconciliación y la solidaridad con los necesitados. Jesús se ha identificado con los pobres y sufridos de este mundo, quien no le sirve en ellos no le sirve. Por eso estas obras sociales han de mantenerse; no permitamos que se destruyan por desacertadas intervenciones, o se vuelvan rutinarias. Ellas son el aval de la fe que profesamos. Si la Defensoría Parroquial, ha entrado en una inusitada crisis, ésta debe resolverse con justicia y armonía, pues, nunca faltan los desaciertos humanos que hay que corregir.

Hemos aprendido que la Iglesia es acontecimiento y experiencia de vivir como hermanos, experiencia de ser comunión de comunidades, y a converger, desde un sano pluralismo, hacia las opciones fundamentales de la Iglesia: los pobres, los jóvenes, la familia, las vocaciones, el especial protagonismo de los laicos. Para lograrlo hemos hecho habitualmente cursos de relaciones humanas y de crecimiento psicológico, incursionando en la práctica esporádica de la revisión de hechos de vida. Esto debe continuar.

Hemos aprendido que el amor de Dios, expresado en la persona, las enseñanzas y en la práctica de su Hijo Jesucristo, es infinito, incondicional, providente y preferencial con los pobres y con los sufren. Que Dios respeta nuestros procesos humanos y no anda persiguiendo nuestras faltas; que a Él sólo le debemos adoración, confianza, amor incondicional y humildad. Jesús nos liberado de todo espíritu servil, invitándonos a ser amigos suyos, no por temor sino con la alegría de serlo.

Hemos aprendido que no podemos contentarnos o conformarnos con la práctica de la religiosidad popular o devocional, porque tiene aspectos positivos y negativos y tenemos que impregnarla del evangelio y las enseñanzas de Jesús. Por eso hemos hecho siempre de nuestros novenarios y procesiones, verdaderas jornadas de oración.

Hemos aprendido a valorar y practicar la organización de nuestra vida parroquial. Partimos, desde el comienzo, de convocar nuestras asambleas parroquiales, cada año, contamos con zonas pastorales, consejo parroquial y en nuestra parroquia los laicos tienen el lugar que la Iglesia les ha asignado. Qué alegría trabajar con los laicos a quienes acogí y acompañé desde su niñez y aun desde su nacimiento. Son el regalo más grande que el Señor me ha concedido. Me precio de haberlos tomado en cuenta y de haberlos acogido y brindado mi confianza. Por eso, desde el comienzo de mi ministerio sacerdotal, abrí las puertas de la casa parroquial a todos. La casa del párroco es casa de todos; para mi la comunidad parroquial sido siempre como mi familia; no he querido ser ni lo seré nunca un sacerdote solterón; tentado de amargura y dureza de corazón; para mi son mis hijos y son mis hermanos, desde el más pequeñito hasta el más grande.

Hemos aprendido a superar nuestras crisis, a llevar nuestra cuota de sufrimiento, durante muchos años, propia de la abnegación que nos pide el Señor, para ser humildes y también para templar el espíritu y adquirir fortaleza. Hemos aprendo a perdonar, a distinguir entre el pecado y la persona que peca, la cual merece siempre nuestro respeto aunque tengamos que rechazar lo incorrecto y aun defendernos de sus acciones equivocadas. De mi parte, pido perdón a cuantas personas haya ofendido o causado sufrimiento y también perdono a cuantos me han ofendido, calumniado, difamado o pretendido mi muerte.

Hemos procurado, con todas la fuerzas del alma, no tener acepción de personas y a practicar la equidad con ricos y pobres; a respetar la santidad de la Eucaristía y de los sacramentos. A cumplir lo que se nos inculca el Sumo Pastor de la Iglesia en la tierra, acerca del respeto al sacramento de la Nueva y Eterna Alianza, realizada por nuestro Señor Jesucristo con su pasión y muerte, para no ser un sacerdote que anda celebrando misas, y que las ofrece como ritos a cambio de los estipendios, según los antojos de las gentes. No ha sido fácil, ha habido que luchar contra inveteradas costumbres y malos ejemplos, pues se trata de lo más santo que el Señor ha puesto en nuestras manos.

Para terminar, quiero afirmar que como comunidad parroquial estamos al servicio de Chepén, que es el campo de nuestra misión, para compartir con él nuestros gozos y esperanzas, como también nuestras angustias y sufrimientos. La parroquia a cual he servido como párroco queda, después de largos años de avatares, trabajos y alegrías, como una comunidad consistente, como una entidad continua, que tiene su propia identidad y ha adquirido su propia fisonomía; es una obra de nuestro Señor Jesucristo, atenta siempre a los signos de los tiempos y a las orientaciones del Santo Padre y de nuestros Obispos. Queda con sus niños, sus adolescentes, jóvenes, jóvenes adultos, adultos y mayores, renovándose constantemente, manteniendo su propia consistencia y madurez, para que nadie pretenda hacer anomia o borrar todo nombre o toda memoria, desconociendo los lograos alcanzados; estamos sí orientados y prontos a alcanzar el objeto de nuestras esperanzas: los nuevos cielos y la nueva tierra. Esta Parroquia así configurada queda al servicio de Chepén, pues sus hijos se lo merecen. Gracias por todo y sigamos trabajando; cuenten conmigo, pues así me lo requiere el Señor que me llamó a servirles.

Chepén, 14 de enero del 2010.

Héctor Fernando Rojas Morey Pbro.
Párroco emérito de San Sebastián de Chepén.

Nota del blog: En diciembre del 2009 el Padre Fernando al cumplir 75 años ha sido jubilado como Párroco de Chepén. Con sorpresa y tristeza la noticia fue recibida en la comunidad cristiana. El Obispo de Trujillo Héctor Cabrejos Vidarte había dispuesto, inesperadamente, su inmediato reemplazo. Para suerte de Chepén el padre Fernando seguirá residiendo en nuestra ciudad y continuará proyectadose a la comunidad con algunas obras sociales, culturales y evangélicas. Su nueva residencia es Villa Leticia.






FOTOS DEL PADRE FERNANDO EN CHEPEN