Spot 2018 - 60 años de vida sacerdotal

1993

Año 1984, Chepén es Provincia.

FERNANDO ROJAS MOREY. SIN ÉL, CHEPEN NO TIENE HISTORIA

Llegó a esta cálida ciudad, allá por los años 60, sin cumplir aun los 30, pero con miles de ilusiones bajo la sotana. 

Joven, de buena presencia, facciones blancas, cara alargada, frente amplia, cabello ligeramente ondulado, cejas cargadas. mirada vivaz pero tierna, sonrisa de niño, nariz respingada, orejas ligeramente grandes, dentadura perfecta, talla mediana y de andar pausado. 
Su voz y su verbo, hacen conjunción perfecta para este hombre superlativo..

Hombre culto, clérigo, poeta, escritor, es un Maestro entre los Maestros. De una pluma exquisita, nos hace llegar al paroxismo, cuando con tibieza y dulzura escribe en "El Cristo del Camino":

"He vuelto, Señor, a tropezar con tu cadáver,
pendiente del madero escarnecido...
Allá en el recodo de un camino incierto,
de los muchos que hay y no los cuento,
transitados con afán y sin recuerdo."

Y nos da un golpe en la yugular de nuestro ego, cuando le reza con certeza a Chepén:

"Hace ya veinte años, que afinqué en tu suelo,
he vivido mucho, me he cansado poco;
quien vive sin prisa, si vive de veras;
quien echa raíces, si puede dar frutos.
Perdón, Chocano, que parodie tus versos;
Chepén, me permite, abusar de tu prosa:
Tal vez si lo mismo, decimos al fondo;
amor es tan solo, lo de tus nostalgias,
lo de mis enconos"

¿Saben?...Nunca leí versos mas hermosos que estos
Les juro que nunca leí versos que agradezcan con tanto amor salido desde las fibras mas tiernas de un corazón, a este Chepén tan disímil.
Nadie le ha escrito con tanta ternura. Ni nadie los escribirá con tanta dulzura.

Darío, en su poema "Preludio", dedicado a su inigualable amigo Chocano, escribe con delicioso estilo:

"Va como Don Quijote, en ideal campaña;
vive de amor de América y de pasión de España;
y envuelto en armonía y en melodía y canto
tiene rasgos de héroe y actitudes de santo"

Yo siento que lo mismo sucede con Fernando Rojas Morey, y que cuando enrumbe por los caminos del tiempo sin tiempo e inicie el largo transitar de la búsqueda eterna de Dios hacia Dios, con justicia podremos decir que él:

"...Tiene rasgos de héroe y actitudes de santo"

Walter Quesquén Terrones. 
Junio 2018

Ciudad de Guadalupe reconoció labor del Padre Rojas Morey

DIARIO ÚLTIMAS NOTICIAS - 13 DE SETIEMBRE 2017.

Un nuevo reconocimiento fue otorgado al padre Fernando Rojas Morey, párroco emérito de San Sebastián (Chepén). Esta vez el reconocimiento fue de la Municipalidad Distrital de Guadalupe. 

El alcalde Wander Mora hizo entrega de una resolución de alcaldía al sacerdote en mención reconociendo su destacada labor pastoral, social y cultural en el Valle Jequetepeque. La iniciativa nació de un grupo de ciudadanos a la cabeza de Manuel Jiménez Carbajal quienes han valorado la labor de quien fuera párroco de Chepén la mayor parte de su vida sacerdotal. Padre Fernando se ha dedicado no solo al trabajo pastoral, sino que es infatigable promotor de actividades educativas y culturales. Gracias a él han crecido iniciativas culturales y educativas que ahora benefician a inmensas mayorías.

 En la ceremonia pública de reconocimiento realizada en la Plaza de armas de Guadalupe, el alcalde Wander Mora y ciudadanos destacaron el trabajo del homenajeado. Se le hizo entrega de la resolución respectiva y de un pergamino suscrito por las autoridades y vecinos asistentes al acto. El padre Fernando agradeció resaltando el apoyo recibido del alcalde Mora Costilla en sus periodos de gobierno en respaldo a sus proyectos educativos y sociales a favor de la juventud y de los sectores más necesitados.

FUENTE: DIARIO ÚLTIMAS NOTICIAS

Fernando Rojas Morey. El Pastor del Molinete

El profesor Jaime Campos Hernández escribe este libro (octubre de 2016) para contar acontecimientos vividos por él desde su niñez, hechos vitales engarzados a la vida del Padre Fernando Rojas Morey. Memorias que fluyen del corazón, no sólo como señal de gratitud sino también, como reconocimiento a su paso y permanencia en la ciudad de Chepén.