lunes, 1 de septiembre de 2008

Hombre sencillo.



El padre Fernando Rojas Morey es uno de los más claros y valiosos ejemplos de pastor identificado con las necesidades y problemas de su pueblo. Tal vez lo que más influyo en su quehacer sacerdotal fue la plena identificación con los postulados del Concilio Vaticano II y su amistad larga y enriquecedora con Mons. José Dammert Bellido de quién recibió la Ordenación Sacerdotal el 20 de Diciembre de 1958

El Padre Fernando es un hombre sencillo de trato y maneras suaves que le granjean la cercanía y confianza de quienes se le acercan. Su generosidad es proverbial. En la mesa de su casa parroquial nunca falta un plato de comida para el visitante no anunciado, para el muchacho con problemas, para el colaborador entusiasta. Sobre todo para los jóvenes que se acercan con la confianza del gran amigo.

La Apertura del padre Fernando lo ha llevado apoyar la labor pastoral de otra diócesis e, igualmente, a mantenerse abierto al contacto enriquecedor con parroquias extranjeras, principalmente de Alemania. Algunas de estas amistades lo han ayudado generosamente para sus obras.

Infinidad de obras sociales y educativas debe Chepén al padre Fernando. A su regreso de España donde realizó estudios de `pastoral en el instituto León XIII de Madrid, inicia, en Chepén una labor apostólica con un efecto multiplicador impresionante, a la luz del Concilio Vaticano II profundizando la evangelización , la renovación del culto, la catequesis, el impulso del apostolado secular.(…)

Mónica Buse de Avila
1998

1 comentario:

Marlene dijo...

Para mi el padre Fernando es como un padre, lo quiero con toda mi alma, es un modelo a seguir, honesto, trabajador, siempre dispuesto ayudar a los dmeàs, que Dios lo bendiga hoy y siempre
Marlene