lunes, 1 de septiembre de 2008

Oración para un sacerdote bueno



Señor, gracias por darnos gente colmada de bondad. Gracias, Señor, por darnos gente a quien recurrir en medio de nuestras tribulaciones. Gracias, Señor, por darnos seres que comprenden nuestro dolor, Gracias, Señor, por encontrar en ellas el bálsamo a nuestra dolencia.

Señor, gracias, por permitir que nuestra fe jamás se apague y siga flameando por obra y gracia del impulso de otros hombres. Gracias, Señor, por conocerte mucho más a través de tu creación. Gracias, Señor, por darle al mundo seres colmados de infinita misericordia.

Señor, gracias, porque la palabra Amor que es la que te define, la gozamos a través de tus hijos. Verlos a ellos, es verte, a ti, Señor. Conocer tu sonrisa, sentir tu palabra, amar como tú lo dices y ordenas que nos amemos los unos a los otros.

Señor, gracias, porque ese Amor lo concebimos a través de un hombre bueno que al nacer le insuflaste el don de la Integridad. Que sus padres en la pila bautismal lo llamaron Fernando y nosotros en la vida diaria lo hemos bautizado como el Padre Amor.

Señor, gracias, porque Fernando Rojas Morey, hace 50 Años escuchó tu llamado. Le dijiste ¡Sígueme! y él, siervo bueno: ¡Te siguió! para hacer en este mundo lo que tú, Señor, sabes hacer: Sanar a la humanidad.

Señor, gracias, por habernos dado un sacerdote que es todo pureza, todo dignidad, todo sentido de realidad. Porque sus acciones vienen colmadas de verdad, de justicia, de bondad.

Señor, si hay algo que te pedimos con la más excelsa devoción es que tengas a tu lado a don Arturo y a doña Antonieta, padres de nuestro sacerdote bueno que tuvieron la virtud de sostenerlo para bien de este mundo terrenal.

Señor, si Tú has ordenado ¡Pidan y se les dará; busquen y hallarán…! te pedimos en el nombre de tu Hijo Jesucristo que des a Fernando Rojas Morey, nuestro bien llamado Padre Amor, muchos años más de vida para bien de sus feligreses, de los pueblos y de tantos seres que nos vanagloriamos de tenerlo como Amigo.

Señor, gracias, por conocerte a través del sacerdote Fernando que al seguirlo no seguimos a él sino a quien él sigue y ese eres Tú divino Señor porque Fernando Rojas Morey, el cura de mi pueblo de Chepén es como Tú: Todo Amor.

Blasco Bazán Vera


Trujillo, 8 de junio del 2008

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